martes, 28 de agosto de 2007

Hora pacífico


Bajo dos cielos bipolares corre la uña aguda, hiere la almohada, la oreja sangra un tanto, cansada de escuchar el fuego, oscurece la lluvia, ovula el canto del agámido y todas sus variaciones, como es arriba es abajo, donde el don de mando carece de sentidos, donde se respira el color de tu cuerpo –el que asumo- donde el agua recia arranca las costras mas no el recuerdo que me queda al abrir de nuevo un refrigerador cansado de saciar mi ansia. Las venas se cruzan en rieles artificiales, el matiz de la ausencia blasfema contra el llanto invertido, salta el sonido de un radiocasete , corrompe las neuronas, el vicio la respiración mis ganas de escribir y coger y escribir y coger y escribir y coger de escribirte y hacerte mio.

En el principio


Busco algún tabaco conductor, la salida, bruma de paja que se incendie y llore sobre el roble que hamaca mis sueños, una mancha en mi sabana, una pelea que me sangre los labios, tengo sed mucha sed, busco ser mimbre en medio del rompeolas, alimento, cono de energía, traer tus ojos a potestad y juicio, ser tu dios, tu dosis, la lengua que limpia donde pisas, carne bajo tu boca, en tu saliva…que nunca bebí.